Cómo mantener la pasión viva en la convivencia: 8 consejos infalibles

Jul 25, 2024
Encendedor con llama para ilustrar cómo mantener la pasión viva en la convivencia

¡Que no muera la pasión con la convivencia!

Las parejas se suelen quejar una vez que pasan unos años de convivencia. ¿Y de qué se quejan? Se fue esa chispa, el deseo, nos arrutinamos, tengo miedo de sentir que estoy en realidad con un roomie... Claro, vivir juntos no es sinónimo de tener la pasión asegurada. Gran parte del desgaste y la baja libido se deben a estos puntos que no debés descuidar. Te dejo algunas tips para que tengas en cuenta:

  1. Higiene y cuidado personal Desde el descuido por un simple baño para oler rico, no cepillarse los dientes antes de dormir, comer a mansalva con la boca abierta, ir al baño y nunca cerrar la puerta, acostarse transpirado, depilarse frente a la pareja, eructar o tirarse gases como una constante... Actitudes de todos los días que provocan en el otro la pérdida del deseo.
  2. Comunicación No solo es importante qué decimos, sino cómo lo decimos. Si en un principio todo era “mi amor”, “por favor”, “gracias” y se transforma en un permanente trato con imperativos como si fuéramos esclavos el uno del otro, entramos en problemas. No hace falta ser melosos, cual novios de secundaria, pero el buen trato debe seguir existiendo para una convivencia feliz. ¡Respeto ante todo!
  3. Diálogo El intercambio de palabras es fundamental cuando no coincidimos. Muchas veces comienza a subir la temperatura, y no por estar encendidos sexualmente sino por sumar broncas cuando no podemos ponernos de acuerdo o cuando nos guardamos todo adentro y un día explota la bomba… Además de decirnos las cosas a tiempo, es muy importante no quedarse con el dejo amargo de una pelea antes de dormir. Al territorio de la cama hay que preservarlo, acostarnos siempre haciendo las paces, para despertarnos con una sonrisa o, al menos, con la mente en paz.
  4. Compañerismo Cuando recién nos conocemos nos gustan esas diferencias que nos complementan. Con el tiempo, son las que nos hacen sufrir. Apoyar los proyectos individuales del otro es tan importante como hacer planes compartidos. El espacio individual debe mantenerse y eso no significa que dejemos de querernos o que alguno de los dos lo haga para estar con alguien más. Somos dos personas con diferentes gustos y las actividades y preferencias de uno seguramente no coincidirán en un 100 % con las de su pareja.
  5. Sorpresa La capacidad de asombro se va perdiendo con el paso del tiempo, es real. Pero eso no significa que no podamos sorprendernos con ideas creativas de vez en cuando. Un pequeño presente, una cena romántica o una invitación al cine un día cualquiera de la semana nos permite esbozar una sonrisa y saber que la otra persona pensó en nosotros y quiere compartir un momento distinto. Que el paso de los años no te aleje del misterio, como pasa en numerosas familias, que solo se hacen presentes o piensan en una salida distinta en días comerciales. ¡Hoy mismo puede ser un día de “novios” diferente y maravilloso!
  6. Besos Muchas parejas con el paso del tiempo comienzan a sentirse más parientes que pareja, como si fueran hermanos, madres e hijos. El beso apasionado se transforma en un beso cálido. El cálido, en un piquito y el piquito en un beso en el aire o la nada misma, un hola y chau. ¡Un buen beso es muy importante siempre! El contacto físico es un estímulo que nos llena de endorfinas todo el cuerpo, genera vínculo, confianza, aumenta nuestra estima y nos conecta con el otro. ¡Despertá los sentidos antes de que se duerman! Observá cómo estás besando hoy a tu partenaire. Probá besarlo como cuando recién se conocieron. ¡Vas a ver cómo todo cambia!
  7. Celos Celar a la pareja en una medida justa nos permite dar cuenta de un otro que nos desea. Es hasta esperable. Pero cuando ya es imposible salir un día a la semana con amigos, hacer un deporte o tomar una clase de pintura “por las dudas de que haya alguien que te guste”, el celo se transforma en obsesión, pertenencia y atadura y el vínculo comienza a romperse. Ni hablar si por cada mensaje que entra al teléfono celular miramos al otro con cara de “¿quién te escribió?”, o si por cruzarnos con una persona conocida del sexo opuesto en la calle tendremos por default cuatro días de discusiones.
  8. Variedad Los que nunca quieren salir del “misionero”, tener un encuentro fugaz en el automóvil o innovar con un “rapidito”, porque ya casi llegan invitados a la casa, terminan asociando matrimonio con rutina asegurada. En la variedad está el gusto, dice el dicho. Como seguimos siendo los mismos dos, lo que hay que ir cambiando es la postura, el escenario, la forma... ¡Pensá en todas las posiciones que podés encontrar en el Kamasutra! Si no sabés cómo hacerlas, podés comprarte las cartas que están en mi tienda y practicar mirando las posiciones. La que sale es la que hay que hacer. ¡Disfrutalo!

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